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ARRULLO DE VERANO
Me adormecen
las horas veraneras
con su matiz de cálidas acacias
Pavoneando
sus pétalos sutiles
al son del
viento que en la sierra vaga.
En su
arrullo armonioso y delicado
Cual frágil
cristal atesorado
Vagan los
aires campesinos
dotados de
matices y de gracias.
Campo
abierto a la vida;
aire puro
que extasían mis pulmones
Expirando
los fétidos olores
que se
aspiran cuando ya no hay nada.
me adormecen
las horas veraneras
Con plácidos
colores de acuarela
que pintan
con gracia las estepas
Regocijando
todos los rincones
Lina María Wadnípar Cano
